EXTRACCIÓN, MOLIENDA Y EBULLICIÓN
Una vez cosechada la caña, es transportada al molino, donde debe molerse inmediatamente para evitar deshidratación y el deterioro de los azúcares.
En el molino, las cañas son lavadas y cortadas para facilitar la extracción del jugo. Luego de la primera molienda se agrega una pequeña cantidad de agua para facilitar las extracciones siguientes de los jugos.
El jugo de la caña, de color verdoso, es filtrado para eliminar los residuos. Posteriormente se calienta y se pasa a evaporadores para retirar el exceso de agua. Luego de la ebullición se produce un líquido oscuro llamado melaza ligera o miel de primera. En la segunda ebullición, la melaza ya es más oscura y espesa. Después de la 3ra ebullición se consigue la melaza “blackstrap molasse”, la cual es la materia de donde se hace el ron industrial.
FERMENTACIÓN Y DESTILACIÓN
Para la fermentación, la melaza se diluye con agua de gran calidad y se le agregan cepas mejoradas de levadura para contribuir a desarrollar las diferentes características. Después de un periodo de fermentación entre 2 y 5 días se consigue un líquido alcohólico que es el mosto o vino de caña.
La destilación consiste en separar el alcohol del agua. El segundo objetivo de este proceso es eliminar indeseables agentes de sabor, impurezas y ácidos; al mismo tiempo se mantienen los deseables.
Los métodos utilizados son: la destilación en alambique y la destilación continua en columnas. En ambos el principio es que cuando se calienta el mosto, el alcohol se evapora a una temperatura inferior que el agua y estos vapores son recogidos y condensados para originar el licor.
De la destilación en alambique se obtiene un ron más fuerte y de la destilación continua en columnas se obtiene un ron más ligero.
ORIGEN DEL RON
El ron se menciona por primera vez en documentos provenientes de Barbados sobre mediados del siglo XVII, se llamaba “Kill-devil” (mata-diablo).