María Luísa Soriano, consejera de Agricultura de Castilla-La-Mancha ha logrado arrancar el compromiso del Ministerio para que la destilación obligatoria de vino para uso industrial y energético hasta un máximo de 4 millones de hectolitros (esgrimida en el Real Decreto que se publicará en los siguientes días) no se aplique si las condiciones de mercado durante el mes de septiembre mejoran y los excedentes de vino no crecen.
Algo que ha sido valorado muy positivamente por la gran mayoría de la industria vitivinícola. Y es que tanto bodegas como cooperativas se habían mostrado totalmente en contra de la medida adoptada por el Gobierno, pues entendían que perjudicada claramente sus intereses.
De todos modos, para saber si finalmente se llevará o no a cabo la controvertida destilación de crisis para regular los excedentes de vino tendremos que esperar a septiembre, momento en el que se conocerá exactamente el volumen de existencias en las bodegas españolas a 31 de julio y se tendrá una mejor visión de la situación actual del mercado.
La esperanza de los productores españoles es que el ritmo de ventas continúe mejorando, lo que unido a una vendimia que en principio no sería alta, aligerará el panorama actual; tanto del vino embotellado como del vino a granel.